Presentamos, en primer lugar, un resumen de un interesante trabajo de investigación histórica de
Es nuestro interés exponer aquí el mencionado trabajo de investigación, así como añadir una propuesta de gestión de dicho patrimonio como un proyecto de puesta en valor de los recursos que ofrece el Valle de Tuña o Valle del Río Xinistaza. Este territorio presenta unos interesantes valores paisajísticos, algunos de carácter natural y otros de carácter cultural, cuya gestión se puede realizar de una forma conjunta bajo la perspectiva de los paisajes culturales.
INVENTARIO DE RECURSOS PATRIMONIALES.
Sin entrar en los restos arqueológicos de época prehistórica,-con elementos tan representativos como el dolmen de Merillés- quizá uno de los elementos que más resaltan del paisaje de este valle son los restos dejados por la actividad minera de época romana, el poblamiento ligado a la misma y la existencia de una red viaria que, aprovechando las sierras altas, ponía en comunicación este valle con la meseta y con los territorios del centro de Asturias. A lo largo de todo el valle y ya desde las inmediaciones de L’Azorera, nos encontramos con grandes cortas de minería a cielo abierto, realizadas sobre materiales primarios, aprovechando las vaguadas naturales del terreno. A este tipo de actividad responden Las Carcabinas,
Junto a toda esta minería hay que destacar la existencia de algunos lugares de hábitat, como un castro en la braña Castru, perteneciente a Puente Castro y otro El Castru en el valle del río Faxeirúa.
Este paisaje hay que entenderlo formando parte de una estructuración territorial mucho mas amplia relacionada con las explotaciones mineras que se localizan en todo el Noroeste peninsular y con la cual se relacionan a través de una importante red de caminos. En el caso de este valle es importante resaltar la antigüedad que parece tener el camino que procedente de la meseta y atravesando el puerto los Zreizales discurría por
Para las épocas posteriores a la explotación minera, son pocos los datos con los que contamos, aunque sabemos que la actividad económica preponderante durante
Tuña, la Veiga y la Viña
Si tenemos certeza sobre una transformación que se documenta en el paisaje medieval de occidente de Asturias a partir del siglo XII y que se detecta en Tuña: la aparición y generalización del viñedo. En el caso de Tuña se observa por la aparición de una amplia zona que surge en las inmediaciones de la dedicada al cultivo de cereal, denominada toda ella
En consonancia con estos procesos de transformación del paisaje y en los albores de
Braña en L'Azorerina
Los vaqueiros de alzada surgen como un grupo social diferenciado cuyo origen se relaciona con los procesos que tienen lugar en
D. Zoilo Méndez, en su libro los Siglos de Oro de Tuña (1932), menciona que: tres son, principalmente , las familias a las cuales debe Tuña su posterior renombre histórico, Los Rodríguez de Tuña, los Riego y Tineo y los Peláez de Arganda. El legado patrimonial de estas y otras familias nobiliarias es muy abundante y parece que las casonas y palacios surgen y eclipsan el resto de edificaciones, constituyendo la propia identidad del pueblo de Tuña. El palacio de Cabo Río (S.XVIII), la casa de los Flórez Valdés (S.XIV), el palacio de Barreiro (S.XIV),
Palacio de Cabo Río (S. XVIII)
PROPUESTA DE GESTIÓN DE LOS RECURSOS TERRITORIALES
Si algo caracteriza el paisaje del territorio que conforma el Valle de Tuña, es su carácter rural, en el que se plasma todo un devenir histórico que ha girado en torno a la explotación minera, agrícola y ganadera del mismo y que lo ha conformado tal y como es hoy en día. Por ello y a partir de la filosofía de base del análisis, investigación, protección y gestión de los paisajes culturales, proponemos como enunciado del territorio mencionado el término de espacio cultural, siendo su carácter rural lo que más lo identifica y que debe ser la base sobre la que apoye la sostenibilidad futura: un paisaje rural que se ha ido formando a lo largo de milenios, en el cual podemos encontrar restos de actividades pasadas y que ha conformado una determinada ordenación del espacio y una fisonomía de carácter rural sobre la que debemos aplicar estrategias de ordenación del territorio, siempre apoyadas en el mantenimiento de ese marcado carácter rural, en su preservación, y en la búsqueda de estrategias de desarrollo sostenible.
En consonancia con estos principios y teniendo en cuenta el estudio preliminar realizado sobre el territorio, hacemos una propuesta de zonificación del espacio cultural de acuerdo con sus elementos patrimoniales y actividad funcional en dos áreas básicas de ordenación bien diferenciadas:
1. Área de potenciación de las actuaciones de turismo en vías de consolidación: Núcleo de Tuña.
2. Área de preeminencia de las actuaciones de desarrollo agrario combinada con acciones turísticas selectivas: Puente Castro, Genestaza, L’Azorera, etc.